La ingeniería inversa (en inglés, reverse engineering) es el proceso de descubrir los principios tecnológicos de un objeto, herramienta o dispositivo en función de su estructura, propiedades y operación. Dicho de otra manera, se trata de tomar algo, por ejemplo un dispositivo mecánico, para analizar su funcionamiento en detalle, con el objetivo de crear un dispositivo que haga la misma tarea o una similar sin conocer los detalles tecnológicos del dispositivo en cuestión.
La ingeniería inversa persigue el objetivo de obtener la mayor cantidad de información técnica de un producto, del cual no se tiene la más mínima información técnica de su diseño, construcción y funcionamiento, de modo que se debe partir de un todo para comprender cada pieza del sistema, para lo cual se deben tomar notas muy detalladas. La ingeniería inversa tiene sus orígenes en la Segunda Guerra Mundial, cuando alguno de los dos bandos (Aliados y Potencias del Eje) capturaban maquinaria o equipo del otro bando, entonces se disponían a conocer hasta el más mínimo detalle de la tecnología del enemigo con el objetivo de encontrar fallas o puntos débiles que les brindaran cierta ventaja.
La ingeniería inversa tiene muchas aplicaciones en el mundo actual y es aplicada por todo tipo de empresas, de todos los ámbitos tecnológicos.
Algunos de los usos principales son:
Investigar, analizar y comprender la tecnología utilizada por otras naciones o por otras empresas.Desarrollar productos que sean compatibles con otros productos, sin tener acceso a los detalles técnicos de estos últimos.Mejorar un producto existente. Las tareas habituales de la ingeniería implican seguir la dirección de lo específico a lo general, pero la ingeniería inversa indica que las labores deben realizarse siguiendo la dirección opuesta, de lo general a lo específico, algo poco común para los ingenieros, que implica invertir el modo de pensamiento y que sin duda es un gran ejercicio de pensamiento además que es una habilidad de mucha importancia hoy en día.
La ingeniería inversa no es un método de solución, sino más bien de aprendizaje, pues implica analizar un objeto hasta el punto de comprender cada uno de sus componentes y sus funciones. La cantidad de conocimientos obtenida es bastante, y hemos aprendido que, para solucionar el problema, debemos aplicar lo aprendido y comenzar de cero nuevamente. SIMET-USACH, tiene una vasta experiencia en realizar este tipo de estudios, los cuales han sido implementados exitosamente en la industria, obteniendo componentes y/o procesos alternativos, de menor costo y/o mejorados a los que se utilizan normalmente.